Estas tres palabras nos permiten relacionar el sistema auditivo con el desarrollo de una terapia musical. La música es parte de los seres humanos y del mundo que nos rodea. Los elementos de la música (armonía, ritmo, métrica y melodía) están presentes en el cuerpo humano en forma de ritmo cardiaco, ritmo respiratorio, sincronización al caminar, melodía y volumen de la voz... y también a nuestro alrededor. Se sabe que la música considerada agradable para una persona, activa el área orbitofrontal del cerebro del hemisferio derecho (que forma parte del sistema de recompensa), y también parte del área por debajo del cuerpo callos; la música, por tanto, produce placer al activar algunos de los sistemas de recompensa que son estimulados igualmente por la comida, el sexo y las drogas adictivas. La música tiene efectos similares en el ser humano a otros estímulos que se procesan en el cerebro y que están directamente relacionados con la supervivencia de la especie humana.
En la década de los años cincuenta es cuando se empieza a desarrollar el uso de la terapia musical. La terapia musical tiene que ver en el "cómo" puede ser utilizada la música para provocar cambios en las personas que la escuchan o la ejecuta. Se afirma que si la música se utiliza de modo adecuado, utilizando los diferentes componentes de esta y adecuándolos a las personas, puede provocar cambios positivos en ellas. Los factores más beneficiosos de la terapia musical podrían resumirse en:
En definitiva, los efectos de la música pueden ser muy beneficiosos e influir positivamente en diversos aspectos en el ser humano, pero uno de los efectos beneficiosos clave de la música es que podría tener la función de activar, guiar y modular la percepción, la atención y la conducta tanto en el pano cognitivo coo en el efectivo y sensoriomotor. Se ha observado que la música, combinada con ejercicios de relajación, puede influir en los procesos de atención, planificación, memoria y autocontrol, es decir, la experiencia musical influye de forma positiva en las funciones ejecutivas.
Por ello con la terapia sensorial auditiva se pretende mejorar las capacidad atencional y aumentar el nivel del arousal de las personal con Enfermedad de Alzheimer.
Detrás de esta terapia se encuentran las posibilidades de influencia del sistema auditivo en el recorrido anatómico y en los procesos de codificación y transmisión de la información sonora. La vía auditiva garantiza que la información de cada uno de los oídos llegue a los dos hemisferios cerebrales. Gracias a las nuevas técnicas de neuroimagen de la actualidad se podría afirmar que el oído es uno de los sentidos más complejos y que su vía tiene numerosas áreas de integración cortical y subcortical que se integran con otras áreas encefálicas. Por tanto, al recorrer el sonido las diversas áreas cerebrales, favorecerá la plasticidad neuronal en todas ellas.