Continuando con la serie de artículos relacionados con la estimulación y el mantenimiento funcional, hoy hablamos sobre como debemos adecuar el hogar para el paciente.
Organizar el espacio para disminuir los riesgos de accidentes, facilitar el desarrollo de su vida diaria y facilitar la tarea del cuidador. Esto se debe hacer de forma gradual, evitando las transformaciones bruscas, que puedan acrecentar el sentimiento de inseguridad del enfermo. Las indicaciones que se ofrecen, siempre son orientativas y es el cuidador, quien, conociendo al paciente, el que las debe considerar y adaptar según el nivel de autonomía de éste.
Adecuación del espacio
• El espacio donde vive debe estar libre de muebles, objetos y adornos que puedan provocar caídas.
• Conservar los objetos de uso cotidiano siempre en el mismo sitio, para evitar la confusión.
• Utilizar carteles con dibujos sencillos para indicar su habitación, cama, cuarto de baño y flechas para señalizar los recorridos.
• Poner relojes y calendarios visibles para que se oriente en el tiempo
• Quitar los adornos y objetos que puedan desorientarlo.
• Instalar en el dormitorio una luz nocturna permanente para evitar caídas si se despierta durante la noche.
• Cubrir o quitar los espejos, pues el enfermo puede asustarse al ver su ima gen y no reconocerla.
• Quitar o fijar alfombras para evitar tropiezos.
• Evitar cables eléctricos que entorpezcan el paso, y crucen habitaciones.
Evitar riesgos y accidentes en cocina y baño
Hay que tener un cuidado especial en estas zonas de la casa, ya que suelen ser en las que más riesgo existe y mayor número de accidentes se producen.
• Evitar pavimentos resbaladizos, tener en cuenta que los suelos antideslizantes, pueden ser deslizantes si se derrama agua, aceite o talco.
• Situar los productos tóxicos y objetos punzantes fuera del alcance, bajo llave.
• Prestar atención a la llave del gas, y tenerla cerrada mientras no se cocina.
• Utilizar utensilios de plástico, son menos peligrosos y no se rompen.
• En el cuarto de baño son más aconsejables los grifos de dos salidas, ya que los identifican más fácilmente.
• Poner antideslizantes en el suelo de la ducha o bañera. La alfombra sólo debe ponerse en el momento de salir de la bañera y tienen que ser de material absorbente para evitar charcos.
• Instalar asideros de seguridad de material rugoso y colores llamativos.
• Cubrir los enchufes y evitar el acceso a los botiquines.
Existe una gran diversidad de comportamientos y síntomas en la Enfermedad de Alzheimer (EA). Actualmente no hay forma de predecir la progresión y cambios exactos que van a ocurrir. No obstante, sabemos que muchos de estos cambios constituirán un problema para quienes cuidan al enfermo. Por tanto, el conocimiento y la prevención son críticos para conseguir mantener la autonomía y reducir algunos riesgos en estos enfermos.
Las personas con EA tienen problemas de memoria e impedimentos cognoscitivos (dificultad para pensar y razonar). En ocasiones no tendrán capacidad para cuidar de si mismos. Pueden experimentar confusión, dificultades para seguir instrucciones, cambios de personalidad y comportamiento. Por ejemplo, pueden estar agitados, irritables o muy pasivos, en algunos casos deambular fuera del domicilio y perderse. Es posible que no vean la diferencia entre el día y la noche, y que se levanten, se vistan y salgan de la casa en medio de la noche, convencidos de que el día acaba de comenzar, etc.. Todas estas incapacidades son muy difíciles, no sólo para ellos, sino también para quien les cuida y sus seres queridos. Esta enfermedad provoca un deterioro de la calidad de vida del enfermo y de su entorno familiar, lo que conlleva grandes dificultades de convivencia
Cuidar a un paciente con demencia es un reto enorme. Se necesita tener paciencia, creatividad y conocimientos sobre la enfermedad, así ayudarán a mejorar la calidad de vida tanto de las personas a las que atienden como la propia. En la Enfermedad de Alzheimer, el tratamiento no farmacológico resulta de vital importancia.
Los enfermos de Alzheimer son especialmente sensibles al clima existente a su alrededor. Un entorno adaptado favorece su funcionamiento diario y el de su cuidador. La vivienda sin un grado mínimo de accesibilidad también puede ser sinónimo de aislamiento, inseguridad o malestar. Con las modificaciones se persigue aumentar la independencia, facilitar la realización de las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD), aumentar la seguridad y prevenir accidentes.
Hay que adaptar el ambiente a las capacidades del enfermo y no al contrario.Se recomienda:
Crear un ambiente estable, sencillo y rutinario
• El entorno debe ser sencillo, estable y seguro para protegerlos, facilitar la autonomía y hacer más agradable su vida y la de sus cuidadores.
• Es importante que la casa sea sencilla y personal.
• No hacer cambios bruscos en su entorno.
• Las adaptaciones se deben hacer de forma progresiva, y siempre dándoles explicaciones sencillas.
• La rutina debe ser la base de sus actividades, ya que, puede contribuir a mantener e incluso mejorar las habilidades del enfermo de Alzheimer, dándole mayor seguridad y autonomía.
• Dejar siempre en el mismo lugar los objetos personales. Ambiente familiar
• Tener en lugares visibles fotos de familiares y lugares frecuentados.
• Mantener un tono de voz tranquilo, no discutir con el, ya que esto solo le causará confusión y tensión.
• Evitar sitios donde haya mucha gente o desconocidos, es necesario mantener un ambiente tranquilo que no les altere.
• El humor de las personas que le rodean tiene un efecto directo sobre el estado de ánimo del enfermo.
• Los objetos personales, recuerdos, les ayudan a saber quienes son y dónde están y permanecer en contacto con la realidad del día a día.
Adoptar una actitud positiva y adecuada que facilite la relación
• Tener en cuenta, que son personas con sentimientos y derechos.
• No hablar de él ante otras personas, mantener su dignidad. Su enfermedad les limita para comunicarse y por lo tanto para relacionarse con su entorno, sin embargo escuchan, sienten y pueden tener momentos de lucidez y lo que se diga o haga les puede alterar.
• Respetar sus costumbres y gustos.
• Tener paciencia, darles la oportunidad de hacer las cosas solos.
• No regañarles ni avergonzarles delante de otras personas.
Estimados amigos
Os invitamos a participar en el curso online de "Comunicación con el enfermo de alzheimer y adaptación al entorno".
El curso consta de dos módulos:
El curso tiene una duración de 51 horas dando comienzo el próximo 21 de marzo hasta el 3 de abril.
Durante estas semanas tendrán lugar dos seminarios online impartidos por
El curso se podrá seguir de online. Las sesiones online/presenciales tendrán lugar los días 26 de marzo y 2 de abril.
El finalizar el curso se obtiene un diploma de la Universidad de Salamanca que acredita con 2 créditos de formación especifica, válido para presentar en oposiciones como méritos académicos y para convalidar por créditos de libre disposición además de por supuesto como méritos curriculares.
Los interesados en formalizar su matrícula deben dirigirse el Centro de Formación Permanente de la Universidad de Salamanca (haga click aquí)
Si deseas más información puedes ponerte en contacto con nosotros en el correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o en el teléfono 677 860 126.
Un saludo
Se trata sin duda de uno de los síntomas peor soportados por el entorno del demente (familia y sociedad). Además son vivenciados de una forma especialmente catastrofista, denigrante y humillante. Al mismo tiempo constituyen un factor pronóstico de primer orden para la institucionalización. Generalmente, aparecen en fases leves y moderadas de la enfermedad, es decir al inicio y etapa intermedia, desapareciendo en las últimas fases en las que el grado de deterioro global es tan alto que no tienen capacidad para su expresión. Los síntomas conductuales pueden ser muy variados y floridos, adquiriendo una prevalencia elevada.
1.- Delirios
Son trastornos del pensamiento en los que se expresa una idea o realidad errónea o imposible. Existe una pérdida del contacto con la realidad y por tanto no debe pretenderse convencer al individuo de su error, ya que éste no lo percibe. Su frecuencia varía según las series consultadas, sin embargo como promedios podrían cifrarse en torno al 25-75 %. Se observan con más frecuencia dentro del ámbito institucional, y esto obedece a que efectivamente los casos más dificultosos en su manejo son derivados a este medio (ya hemos referido que son un predictor de institucionalización). Por lo general los delirios del demente no suelen tener un grado de estructuración y elaboración tan complejos como los de otras patologías psiquiátricas. Suelen acompañarse de otras manifestaciones, destacando la agresividad tanto verbal como física. Son temas recurrentes de delirios: robo, infidelidad, celos, impostores, suplantaciones, etc.
2.- Alucinaciones
Son percepciones sensoriales (visuales, auditivas, olfatorias, etc.) anómalas, que no han tenido lugar en la realidad, pero que el individuo las percibe como ciertas. La afectación de los órganos de los sentidos que acontece en el envejecimiento, predispone hacia éstas. Pueden llegar a presentar tasas entre el 15-50 %, con mayor predominio de las visuales, seguidas de las auditivas. A medida que progresa la enfermedad van haciendo aparición y se consolidan las alucinaciones siendo más frecuentes en la etapa media-avanzada de la enfermedad.
3.- Anomalías en el reconocimiento (Falsas identificaciones)
Consisten en identificaciones erróneas de personas u objetos. Se trata de actos de difícil definición ya que pueden quedar enmascarados por las agnosias así como por los delirios y alucinaciones. Aparecen en el 25-50 % de los dementes en algún momento de su evolución. Las variedades que pueden darse son múltiples: - Falsos Reconocimientos de Familiares = Prosopagnosias (confunde al marido con el hijo o con su padre, etc.) - Fantasmas en el domicilio - Relación con los espejos
4.- Trastornos de la personalidad
Probablemente, se trate del síntoma más prevalente de las demencias; apareciendo en el 95 % de los casos. En su génesis intervienen la dificultad que presenta el sujeto para adaptarse a situaciones de la vida diaria y las respuestas descoordinadas de éstos. Aparecen en estadios precoces, siendo a veces la primera señal de alarma de la enfermedad. Los dementes se vuelven más intransigentes, más rígidos y rudos, con agitación y agresividad, etc.; otras veces se tornan apáticos, retraídos, con tendencia a la desinhibición, egocéntricos. Pierden el interés por sí mismos y por el entorno, abandonan el aseo, afeitado, dejan de arreglarse, se visten desaliñadamente y con ropa sucia, etc.
5.- Trastornos en el comportamiento
Vagabundeo o Erratismo: Se denomina así a la tendencia al paseo errático y sin rumbo que presentan los dementes. “parece como si buscasen algo o a alguien”. Se exacerba por las noches como consecuencia de la desorientación nocturna. Constituye una fuente de riesgos apreciable en forma de caídas, accidentes, etc.; así como un foco de estrés de los cuidadores y familiares. Aparece en torno al 60 % de los dementes. No tienen un tratamiento específico, ahora bien, debemos evitar reprimir esta tendencia mediante sujeciones u otros artilugios, ya que aumentan el nivel de excitación y ansiedad. Por el contrario deben favorecerse mediante pistas para erráticos con medidas de seguridad en centros institucionales.
Inquietud o Agitación Psicomotriz: Denominamos como tal a aquella situación en la que el paciente precisa estar moviéndose continuamente o manipulando objetos. A veces se acompaña de otras alteraciones que lo exacerban como ansiedad, insomnio, etc. Aparece en fases intermedias y avanzadas de la enfermedad.
Agresividad: Puede ser verbal manifestada en forma de hostilidad, insultos y gritos; o bien física contra el entorno o contra sí mismos. Puede aparecer en cualquier fase de la enfermedad, aunque probablemente sea más típica de la fase intermedia o moderada. Suele originar graves problemas en el manejo de estos pacientes, hasta el punto que constituye el primer determinante de institucionalización. Evolucionan por brotes a lo largo de la enfermedad. Sin embargo esto no debe hacernos caer en la dejadez y no chequear causas añadidas de irritabilidad como dolores, infecciones, etc., de las cuales el demente no puede advertirnos.
Disfunciones Sexuales: En los dementes son frecuentes y pueden tener un amplio abanico de presentación desde la apatía, al exhibicionismo, tocamientos, actividad sexual compulsiva, cambio en la apetencia de sexo, etc.
Trastornos del Apetito: Del mismo modo encontramos situaciones que pueden ir desde la anorexia extrema a la bulimia más compulsiva. Incluso en un mismo enfermo se pueden alternar ambas.
Depresión: La demencia multiplica el riesgo de padecer una depresión en 3-4 veces. Así, es fácil encontrar prevalencias de depresión en dementes que sobrepasan las cifras del 30-50 %. Aparece en fases iniciales de la enfermedad, cuando el sujeto percibe sus fallos y lagunas. Además, corrobora la teoría esbozada de la conservación neuronal (es necesario conservar un nivel mínimo, para poder llegar a deprimirse). Por otra parte, parece que también en los dementes se producen modificaciones en los neurotransmisores. La depresión en el demente ha de chequearse de forma sistemática, ya que podría pasar desapercibida por la falta de queja del propio paciente.
Insomnio: Es un trastorno habitual en los dementes. Sin embargo no todos los autores lo entienden como insomnio sino que algunos lo interpretan como una incapacidad para mantener el sueño o alteración del ritmo nictameral. Contribuyen a ello la citada desorientación nocturna así como la irritabilidad y agitación que les produce la noche.
Trastornos del sueño
En ocasiones, estos pacientes muestran síntomas de lo que se denomina inversión de la pauta del sueño (despiertos la mayor parte de la noche y dormidos durante el día). Este trastorno se une a la desorientación general del paciente sobre todo la temporal que provoca que la persona se despierte sin tener conciencia de la hora y el lugar donde se encuentra. Son muchos los motivos que originan esta alteración, desde cambios de medicación, modificaciones en el ambiente, la propia enfermedad, las manifestaciones depresivas o al tipo de vida que lleve el enfermo. El paciente suele dormir mal por las noches en todas las fases de la enfermedad, siendo este uno de los problemas que más desazón causa a los cuidadores.
La recuperación de un adecuado patrón de sueño nocturno es una tarea difícil y generalmente con poco éxito; no obstante se deben poner en marcha las siguientes acciones:
Trastornos del comportamiento
Los más frecuentes son la agresividad, repetición de palabras y acciones, alucinaciones, apatía, inactividad, delirios, vagabundeos etc. Este tipo de manifestaciones siempre deben interpretarse como síntomas propios de la enfermedad. Constituyen la principal fuente de sobrecarga para los cuidadores y son la causa más frecuente de institucionalización precoz, con el consiguiente impacto emocional para los familiares y socio-económico.
Es importante resaltar que la evaluación detallada y minuciosa de cada uno de los síntomas permitirá siempre una orientación terapéutica más específica y eficaz. El primer paso consiste en la información adecuada y completa al cuidador personas mayores y formarlo en la aplicación de estrategias diversas con las que poder afrontar y paliar las repercusiones de los trastornos de conducta y síntomas psicológicos.
Cuando nos encontramos con pacientes con deterioro cognitivo, el plan de intervención nutricional debe incluir no sólo recomendaciones sobre el aporte de energía y nutrientes para el enfermo, sino también toda la información, formación y sugerencias para los cuidadores, que deben ser capaces de llevar a la práctica el programa de nutrición bajo la supervisión constante de un equipo sanitario, y de responder a los preocupantes problemas que irán apareciendo en relación a la alimentación a medida que progrese la enfermedad. Es el cuidador, quien mejor puede atender a la evolución del paciente, ya que es el primero en observar los cambios que vayan apareciendo.
A todos los factores propios de la vejez ,tenemos que sumar en los pacientes con EA una pésima actitud hacia la comida condicionada por su deterioro funcional y cognitivo y la pérdida de autonomía, que dificultan más aún alcanzar los requerimientos nutricionales y mantener el peso corporal. La EA afecta el estado nutricional, especialmente en los pacientes institucionalizados, y de forma más grave si requieren asistencia en la alimentación. Estos factores de riesgo nutricional deberían evitarse en los centros de atención al paciente de Alzheimer con personal suficiente, especialmente seleccionado y cualificado. Hablaremos ahora de dos factores de riesgo fundamentales en la EA, la pérdida de peso y los trastornos de la conducta alimentaria, y más adelante de la disfagia y la dependencia.
Pérdida de peso
La pérdida de peso en los pacientes con EA puede presentarse de forma progresiva a lo largo de los años, o de una manera más brusca con pérdidas significativas en los últimos 6 meses, constituyendo esta última un factor de riesgo más importante. Se han descrito algunas variables, obtenidas con escalas de valoración nutricional, que son predictores significativos de pérdida de peso, y a las que debemos prestar especial atención:
Otros signos que nos deben hacer vigilar posibles pérdidas de peso por dificultar la ingesta son:
Trastornos de la conducta alimentaria
En el paciente con EA van apareciendo progresivamente numerosas alteraciones de la conducta alimentaria, que junto con los déficits funcionales dificultan enormemente la alimentación. La negativa a comer puede producirse durante estados depresivos o de agitación. El trastorno apráxico provocará que el paciente no sepa qué hacer con los cubiertos o con los alimentos, y después tampoco los reconocerá (agnosia). La pérdida de memoria, la confusión, la incapacidad, enfrentan al paciente a una actividad, la comida, que ha perdido todo el sentido y el interés, y se ha convertido en una actividad no deseada, ante la que se muestra incómodo e irritable. La malnutrición, además de ser consecuencia, se convierte en causa de empeoramiento cognitivo.
Espacio Alzheimer nació con la premisa de poder ayudar y orientar a todos aquellos a los que la enfermedad de Alzheimer les ha tocado muy de cerca y necesitan ayuda, comprensión o unas palabras de aliento en lo peores momentos. En torno a este foro, nació el grupo de facebook del mismo nombre, que se ha convertido en una gran familia en la que cada uno de sus miembros tienen un papel vital, compartir su experiencia y encontrar una voz de apoyo cuando no ves el fin.
Esta familia ha ido creciendo y ya somos más de 1000, este es nuestro pequeño homenaje a estos luchadores que cada día se enfrentan a la enfermedad de Alzheimer y que han querido mostrarnos un poco más de ellos.
Gracias de corazón a todos por hacer que este espacio sea un espacio lleno cariño.
Si tú aun no conoces nuestro grupo de facebook, te invitamos a formar parte en el siguiente enlace
https://www.facebook.com/groups/210091346111873/
¡Mil gracias! ¡Os esperamos!
Las enfermedades neurodegenerativas se han convertido en la llamada sociedad del bienestar en una de las grandes plagas contra la salud y la calidad de vida del ser humano. Atajar su incidencia e incluso eliminar su aparición se ha convertido en objetivo prioritario para un gran número de grupos de investigación de todo el mundo. Otros, de forma más modesta, centran su atención en minimizar los efectos de dichas patologías —dado que carecen actualmente de cura— a través de una detección precoz y un combate más efectivo de sus manifestaciones. La Universidad de Salamanca, que desde hace años viene siendo muy sensible hacia este tipo de enfermedades, cuenta también con varios grupos implicados en este reto. Entre ellos figura el encabezado por Juan José García Meilán y José María Criado, quienes desde hace años vienen trabajando en la relación que existe entre la voz y las enfermedades neurodegenerativas. Es más, en sus investigaciones en el laboratorio han sido capaces de detectar cambios en la voz y en el habla de las personas mayores con ciertos déficits cognitivos.
Reportaje MUY SALMANTINO DOMINICAL grupo de investigacion de Juan Jose Garcia sobre las demencias en mayores a traves de la voz
Un paso muy importante a la hora de diagnosticar de forma precoz una demencia en este grupo de población. Pero no conformes con ello, estos investigadores han querido ir más allá y agilizar el proceso de detección al máximo. Con el fin de evitar los largos y concienzudos trabajos de laboratorio, han diseñado un dispositivo móvil que en tan solo quince minutos es capaz de realizar todo ese trabajo. Solo se necesita que el paciente lea un texto e improvise una conversación. El prototipo ya está en marcha y en estos momentos está en fase de experimentación.
Los primeros resultados son muy esperanzadores. En pocos años podría estar comercializado y al alcance de cualquier servicio clínico. Pero el camino para llegar a este punto no ha sido nada fácil. Todo empezó hace más de una década cuando en la Universidad de Murcia deciden estudiar el llanto de los bebés con el fin de analizar sus emociones. Fue entonces cuando este grupo de investigación de la Universidad de Salamanca opta por trasladar esos mismos planteamientos a las personas mayores, pero en esta ocasión con el fin de detectar posibles déficits cognitivos. “Pensamos que el uso de la voz no se estaba utilizando y que podía ser revelador para la detección precoz de determinadas demencias”, señala Juan José García Meilán. Dicho y hecho.
Reportaje MUY SALMANTINO DOMINICAL grupo de investigación de Juan Jose Garcia sobre las demencias en mayores a través de la voz
Se ponen manos a la obra y tras no pocas pruebas y una serie de evaluaciones llegan a la conclusión de que “la voz y el habla de las personas son muy reveladoras de cómo está el sistema cognitivo”, subraya este investigador de la Facultad de Psicología. Pero llega lo más difícil. Todo eso que se ha realizado en el laboratorio tiene que ser concentrado a través de un dispositivo que en pocos minutos pueda realizar dichas pruebas diagnósticas. No fue fácil, pero con trabajo y la ayuda de un equipo multidisciplinar logran crear dicho prototipo, que actualmente está ya en uso. “Estamos en la fase de elaboración clínica del dispositivo; es decir, que una vez que se ha comprobado que funciona en el laboratorio lo que hacemos es realizar dicha comprobación en evaluaciones reales”, afirma García Meilán, quien confía en que dentro de dos o tres años se puedan obtener “unos datos ya fiables” y lanzar el referido dispositivo al mercado. “Este dispositivo puede abrir una posibilidad tremenda en la detección precoz y posterior intervención de las personas con demencia, y así poder mejorar su calidad de vida”, apostilla José María Criado.
Estimados amigos
Desde la Universidad de Salamanca y Formación Alzheimer os queremos invitar, en esta nueva ocasión a participar en el curso de "Nutrición y cuidados paliativos en personas con demencia" último que se celebrará en el curso académico 2020/2021.
La próxima edición de los cursos de formación continua en Demencias y Alzheimer dará comienzo en noviembre de 2022
El curso de Nutrición y cuidados paliativos en personas con demencia tiene como objetivos principales
BREVE DESCRIPCIÓN DE CONTENIDOS
Concepto de enfermedad terminal. Principios de cuidados paliativos.
Síntomas generales: Astenia, anorexia, pérdida de peso.
Síntomas digestivos: Alteraciones del ritmo gastrointestinal, obstrucción intestinal, boca seca, candidiasis, Halitosis.
Síntomas genitourinarios: Incontinencia, espasmo, hematuria.
Síntomas respiratorios: Disnea, tos, derrames, hemorragias.
Síntomas neuropsicológicos: Ansiedad, depresión, delirium.
Agonía y sedación terminal.
Taller de resolución de casos clínicos: Control de síntomas.
El curso tiene una duración de 51 horas dando comienzo el próximo 27 de junio hasta el 10 de julio.
Durante estas semanas tendrán lugar dos seminarios presenciales impartidos por
Estos seminarios online tendrán lugar los días 2 de julio y 9 de julio.
El finalizar el curso se obtiene un diploma de la Universidad de Salamanca que acredita con 2 créditos de formación específica.
Los interesados en formalizar su matrícula deben dirigirse el Centro de Formación Permanente de la Universidad de Salamanca (haga click aquí)
Si deseas más información puedes ponerte en contacto con nosotros en el correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o en el teléfono +34 677 860 126
Estimados amigos
De nuevo desde la Universidad de Salamanca y Formación Alzheimer os queremos invitar, en esta ocasión a participar en el curso de "Fisioterapia y Terapia Ocupacional en la enfermedad de Alzheimer y otras Demencias".
Además de todas las manifestaciones del deterioro cognitivo de la enfermedad de Alzheimer, se producen trastornos funcionales que afectan limitando la actividad del paciente en su autonomía, restringiendo la participación del enfermo en la sociedad, por lo que es necesario conocer cuáles son las actividades básicas e instrumentales que los seres humanos realizamos para mantener la independencia y cada una de las actividades limitadas a través de la valoración funcional
El curso tiene como objetivos principales
El curso tiene una duración de 51 horas dando comienzo el próximo 16 de mayo hasta el 29 de mayo y dos sesiones online/presenciales los días 21 y 28 de mayo.
Durante estas semanas tendrán lugar dos seminarios presenciales impartidos por
El finalizar el curso se obtiene un diploma de la Universidad de Salamanca que acredita con 2 créditos de formación especifica.
Los interesados en formalizar su matrícula deben dirigirse el Centro de Formación Permanente de la Universidad de Salamanca (haga click aquí)
Si deseas más información puedes ponerte en contacto con nosotros en el correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
o en el teléfono 677 860 126
Un saludo