Hablar de estimulación y mantenimiento a nivel de funciones cerebrales es hablar de plasticidad del sistema nervioso o neuroplasticidad, término que hace referencia a la capacidad de nuestro Sistema Nervioso Central para crear y modificar conexiones neuronales durante toda nuestra vida con el fin, en ocasiones, de compensar ciertas pérdidas. La Sinaptogénesis, la Neuritogénesis y la Neurogénesis son los conceptos que hacen referencia a la creación tanto de nuevas conexiones, como de nuevas neuritas –axones o dendritas– e incluso, como apunta Martínez Lage J. M., a la creación de nuevas neuronas en la vida adulta.
Nuestro cerebro no es algo rígido e inmodificable, si así fuese ¿cómo explicaríamos los casos en que un problema vascular o una lesión dejó un tiempo a un paciente sin capacidad de expresar y/o comprender el lenguaje y, posteriormente, tras la rehabilitación precisa, ese paciente puede volver a hablar? Con la estimulación adecuada, nuestro cerebro crea nuevas conexiones neuronales, nuevas redes que ayudarán a no perder o a mantener, durante un tiempo, funciones superiores cuando una enfermedad como la Enfermedad de Alzheimer comience a destruir neuronas por millares. A continuación, se recogen las técnicas y ejercicios a realizar en personas con la Enfermedad de Alzheimer u otra demencia, para compensar las pérdidas neuronales y de funciones que presentan. Cuanto antes se comience, mayor efecto protector se creará, así mismo, comentar que la adecuada capacitación técnica del profesional que lleve a cabo la intervención, repercutirá en la obtención de mejores resultados.
A continuación proponemos una serie de ejercicios tipo, clasificados por áreas de estimulación, en base a los que poder crear un programa de estimulación y mantenimiento cognitivo.
1.- Ejercicios de Atención
La atención sería el paso previo al funcionamiento de nuestra memoria, sin una adecuada atención resulta imposible la adquisición y codificación posterior de nuevos conceptos.
En múltiples ocasiones, nosotros mismos confundimos los problemas de atención con los fallos de memoria, sin embargo ¿alguien recuerda exactamente como es su reloj?. Piénselo un momento, ¿tiene números o rayas?, ¿los números son romanos?, ¿le falta alguno?. La mayoría de las personas que aciertan a esta pregunta es por que su reloj tiene todos los números y, ésta es la respuesta más frecuentemente contestada, pero seguro que si su reloj no es así, le habrá costado mucho acertar. Sin embargo, ¿cuántas veces ha mirado usted su reloj desde que lo tiene? La respuesta puede ser miles de veces, entonces ¿no se acuerda?. Usted responderá que no se fijó, pese a verlo miles de veces.
La atención es un proceso que puede y debe trabajarse, un proceso que de mejorar, mejorará también nuestra memoria y los ejercicios para mejorarla suelen ser reforzantes y amenos. Generalmente, para la estimulación y mantenimiento de esta función suelen emplearse:
• Ejercicios de búsquedas de elementos incluidos dentro de otros similares: figuras, letras, números, resultado de operaciones aritméticas, símbolos, etc… Este tipo de ejercicios, sirve además para estimular la Memoria de Trabajo, muy afectada en la Enfermedad de Alzheimer en fases iniciales y moderadas.
• Comparaciones entre un original y una copia: búsquedas de errores.
• Detección de diferentes tipos de errores lógicos, trabajando el razonamiento.
• Ejercicios de observación de detalles en láminas: descripción.
La Percepción sería la resultante de focalizar la atención en un estímulo concreto y examinarlo en sus detalles. Puede trabajarse con diferentes ejerciios centrados en nuestros sentidos: focalización sensorial (gusto, olor, tacto, oído, vista), interrogando sobre las características, por ejemplo, de objetos extraídos con los ojos vendados de una caja. Se debe tener en cuenta que la agnosia del paciente, o el no reconocimiento de los objetos y su función dificultará la tarea y creará frustración.
2.- Ejercicios de Orientación
La orientación se afecta precozmente en cualquier demencia, siendo en la Enfermedad de Alzheimer, algo característico de la primera fase en casi todos los sujetos.
La capacidad para saber dónde estamos, quienes somos y el momento temporal en el que nos encontramos, es algo que de fallar crea en la persona una sensación de confusión y pérdida importantes. Démonos cuenta de lo frágil que resulta esta facultad que puede incluso fallarnos a nosotros cuando encontrándonos de vacaciones o en activo pero con gran estrés y, tras perder las referencias temporales externas nos cuesta gran trabajo saber si es lunes o miércoles, 23 o 27 de agosto…
En las fases iniciales de la Enfermedad de Alzheimer, se da con frecuencia este síntoma, cuando aún es consciente de si mismo y de la situación. Ello, debe hacernos tener en cuenta, que interrogar reiterativamente sobre fechas o lugares, además de no servir a nuestros fines, creará sentimientos depresivos y ansiógenos en el enfermo.
En la orientación temporal, mejor que preguntarle sobre fechas o repetírselas de forma constante, resulta más positivo crearle nuevas referencias temporales que junto con ayudas visuales le ayudarán a orientarse. Saber que hoy es Martes por que además de acudir a nuestras aulas de estimulación los Martes y los Jueves, los Martes realizamos determinada actividad, junto con los cárteles que hemos colocado en nuestra sala y los calendarios grandes y marcados que se encuentran en su domicilio, van a ayudar a mantener y estimular esta función en fases iniciales.
La orientación espacial, suele resultar deteriorada algo más tardíamente que la temporal. Saber en donde se encuentran, reconocer y recordar su casa, el camino para llegar a recorridos habituales, etc., es una función que con seguridad se deteriorará en la Enfermedad de Alzheimer, en la fase intermedia o moderada. Reforzarla con diferentes ejercicios para mantener esta capacidad, beneficiará al enfermo.
Ejercicios sobre planos grandes, con no demasiados detalles de su barrio o población, planos de su propia casa, recorridos de carreteras o planos de trasporte para llegar a destinos habituales (casa de hijos, 2ª residencia, casa vacaciones, centro de compras u ocio…). Ayudan a mantener más tiempo esta capacidad.
La orientación personal es una mezcla de memoria y orientación, recordar y saber quién eres, en un momento dado, respecto al ambiente que nos rodea. Implica preguntas: ¿quién soy? ¿cómo soy? ¿qué hago aquí? No es una facultad de orientación, es la orientación más el resultado de su correcto funcionamiento. Repaso de la biografía de uno, de sus familiares, trabajos, amigos, lugares de interés, profesiones, aficiones, etc. Crear un álbum o cuaderno biográfico, ilustrado con fotos, ayuda a conservar la orientación personal.
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