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¿Cuales son los efectos del ejercicio sobre el enfermo de Alzheimer?

La prevención de los síndromes que producen más frecuentemente discapacidad en las personas mayores, tales como: síndromes del aparato respiratorio (obstrucción al paso del flujo aéreo, disminución de la elasticidad del parénquima, alteraciones musculoesqueléticas del tórax, etc.); síndromes de aparato locomotor (alteraciones en columna vertebral y grande articulaciones, pérdida de fuerza y potencia muscular, disminuciones de amplitud articular, trastornos neurológicos con expresión, locomotora etc.); Síndromes vasculares centrales y periféricos (hipertensión, vasculitis periféricas, arterioesclerosis, etc.). Y también la prevención de alteraciones que se producen en  las funciones ejecutivas y relacionadas con este tipo de memoria, en general se aprecia cierta tendencia a la disminución de los síntomas que acompañan a los trastornos cognitivos adquiridos.

Muchos estudios muestran que las influencias de la actividad física sobre el sistema neuronal implican la atenció, el aprendizaje y la memoria. Muchas evidencias sugieren que los beneficios de la actividad física influyen en las funciones cerebrales y el proceso de control cognitivo en particular. Los efectos de la actividad física en la cognición se deben a variaciones en el sistema nervioso en general, en las moléculas y en los niveles celulares del mismo y están asociados con los cambios en el volumen cerebral, la fluidez de la sangre en el cerebro y los factores de crecimiento. Los beneficios del ejercicio se refieren al control ejecutivo de la cognición, incluyendo atención selectiva, planificación, organización, multitarea, inhibición y memoria de trabajo, y estos beneficios pueden ser más pronunciados en las mujeres que en los hombres adultos.

El ejercicio físico ( por ejemplo, planificar movimientos corporales repetitivos estructurados que añadiría o mantendría la aptitud física) puede ser un método de prevención de discapacidad o disminuir un declive en la actividad física y las funciones cognitivas y sus consecuencias en las actividades de la vida diaria. El ejercicio aeróbico, que mejora el funcionamiento cardiorespitaroio, afecta de una forma beneficiosa a la ejecución de las funciones cognitivas en las personas adultas.

Una de las actividades de ocio más estudiadas es el ejercicio físico. Varios estudios han mostrado una asociación positiva entre la actividad física y el funcionamiento cognitivo en personas mayores. Uno de los mecanismos por los cuales la actividad física puede ser beneficiosa para la cognición es que dicha actividad estimula factores tróficos y el crecimiento neuronal, posiblemente proporcionando una reserva contra la degeneración y la demencia. En algún estudio se encuentra una relación importante entre la actividad física en las primera etapas de la vida, independientemente de la actividad física actual, con la velocidad de procesar información, esto sugiere que los individuos físicamente activos en las primeras etapas de su vida pueden beneficiarse de ello en términos de una mayor velocidad de procesamiento de la información en la vejez. Además de los cambios estructurales en el cerebro ( reserva cerebral) la actividad física en las primeras etapas de la vida puede aumentar la capacidad funcional del cerebro (reserva cognitiva) , al aumentar la eficacia nerviosa.

También se ha demostrado que la actividad física mantiene y estimula el flujo sanguíneo cerebral al aumentar la vascularización del cerebro. Esta situación puede provocar una mejora en la capacidad aeróbica y la llegada de nutrientes al cerebro. 

Finalmente es posible, que factores que afectan a la reserva cognitiva puedan impedir u obstaculizar el desarrollo patológico de las enfermedades que cursan con demencia. Involucrarse en actividades voluntarias complejas puede incluso disminuir la neurodegeneración. Esto podría ser debido a una gran variedad de procesos neurobiológicos, como la activación neuronal crónica, asociada con un aumento del trabajo del cerebro, mejor circulación de la sangre en la zona cerebral y mejor metabolismo de glucosa y oxigeno o incluso a través de una mayor habilidad para la generación de neuronas nuevas en la etapa adulta.

El ejercicio físico, al mejorar la fuerza y la resistencia muscular y la flexibilidad, regula aspectos relacionados con problemas nutricionales, como puede ser la falta de apetito, controla el peso, facilita conductas y sensaciones positivas de la persona, contribuyendo, por ejemplo, a superar actitudes depresivas, mejora el sistema cardiovascular y favorece la circulación sanguínea cerebral. Todos los beneficios que el ejercicio físico aporta a las personas de edad avanzada tienen especial incidencia en las personas con enfermedad de Alzheimer, incluso como factor protector.

SESIÓN BÁSICA DE EJERCICIOS. PROGRAMA DE ACTIVIDAD FÍSICA

Debe ser una ténica en grupo que no exceda de 10 personas por grupo, pero que en todo dependerá del tamaño del lugar donde se realice, normalmente es aconsejable emplear una sala aireada y luminosa, con suelo antideslizante de no menos de 50 metros cuadrados de superficie y a un temperatura que se mantenga entre los 18 ºC y 20º C.

La sesión deberá durar entre 50 y 55 minutos. Al menos deben realizarse dos sesiones a la semana, pero lo aconsejable es realizar tres, Al inicio de la sesión se deberá comprobar en una rápida inspección la indumentaria, que estará compuesta por ropa cómoda y amplia, a ser posible de algodón, con zapatillas deportivas con suela antideslizante.

La sesión se iniciará con un periodo corto ( 5 a 7 minutos) de calentamiento y posterior estiramiento de los principales grupos musculares.

 

Después se trabajarán componentes de movilidad y fuerza, dedicando cada sesión a los distintos segmentos corporales y combinando ejercicios de fuerza y movilidad, con una duración aproximada de 15 minutos

Después se dedican entre 15 y 20 minutos a ejercicios de coordinación, agilidad y equilibrio, se utiliza algún material como picas, pelotas y se combina con juegos cooperativos.

La sesión finaliza con la realización de ejercicios respiratorios y de relajación

De vez en cuando conviene controlar durante la sesión a frecuencia cardiaca para que todos los ejercicios que se realicen estén dentro del 70-80% de la frecuencia cardiaca aeróbica máxima.

Hay que tener en cuenta que los ejercicios como las cargas en decúbito supino sobre la zona dorsal o los movimientos exagerados del tronco y  el cuellos están contraindicados.

 

Miércoles, 27 Enero 2016 12:39

Música, cerebro y Alzheimer

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Estas tres palabras nos permiten relacionar el sistema auditivo con el desarrollo de una terapia musical. La música es parte de los seres humanos y del mundo que nos rodea. Los elementos de la música (armonía, ritmo, métrica y melodía) están presentes en el cuerpo humano en forma de ritmo cardiaco, ritmo respiratorio, sincronización al caminar, melodía y volumen de la voz... y también a nuestro alrededor. Se sabe que la música considerada agradable para una persona, activa el área orbitofrontal del cerebro del hemisferio derecho (que forma parte del sistema de recompensa), y también parte del área por debajo del cuerpo callos; la música, por tanto, produce placer al activar algunos de los sistemas de recompensa que son estimulados igualmente por la comida, el sexo y las drogas adictivas. La música tiene efectos similares en el ser humano a otros estímulos que se procesan en el cerebro y que están directamente relacionados con la supervivencia de la especie humana.

En la década de los años cincuenta es cuando se empieza desarrollar el uso de la terapia musical. La terapia musical tiene que ver en el "cómo" puede ser utilizada la música para provocar cambios en las personas que la escuchan o la ejecuta. Se afirma que si la música se utiliza de modo adecuado, utilizando los diferentes componentes de esta y adecuándolos a las personas, puede provocar cambios positivos en ellas. Los factores más beneficiosos de la terapia musical podrían resumirse en:

  • El factor atencional: la música es un estímulo sensorial auditivo capaz de captar la atención mucho mejor que otros estímulos sensoriales, y generar distracción y relajación. La importancia del sistema auditivo es que está diseñado filogenéticamente por su función de alarma. La capacidad de la música para captar la atención y servir como distractor ha ayudado a los pacientes con problemas atencionales.
  • El factor emocional: la música puede modular emociones, ya sea porque la melodía active las emociones directamente o porque active el recuerdo de emociones asociadas. Así, la terapia con música se ha empleado para evocar determinadas emociones en los paciente y intentar enseñar respuestas conductuales más flexibles que les ayuden en determinados trastornos emocionales y también en aquellas enfermedades que generan sentimientos y emociones negativas.
  • El factor cognitivo: percibir la música representa una capacidad neurocognitiva. La comprensión de la música implica el pensamiento y la creación de una experiencia subjetiva; de este modo, el factor cognitivo en la terapia musical está asociado al significado subjetivo de determinadas experiencias musicales. La modulación cognitiva se ha empleado en la clínica para cambiar determinadas cogniciones subjetivas y significados mediante las técnicas de terapia musical de imaginación guiada.
  • El factor conductual: la música es una herramienta capaz de activar el movimiento, ya que la danza y la música están fielmente unidas. La estimulación rítmica de la música ha sido empleada en la mejora de problemas motores de distintos trastornos, así como también puede ser empleada en el condicionamiento conductutal estimulando y facilitando el aprendizaje de nuevas conductas.
  • El factor de comunicación: la música constituye una forma de comunicación no verbal, lo que ha ayudado en las terapias dirigidas al aprendizaje de competencias de interacción interpersonal.

En definitiva, los efectos de la música pueden ser muy beneficiosos e influir positivamente en diversos aspectos en el ser humano, pero uno de los efectos beneficiosos clave de la música es que podría tener la función de activar, guiar y modular la percepción, la atención y la conducta tanto en el pano cognitivo coo en el efectivo y sensoriomotor. Se ha observado que la música, combinada con ejercicios de relajación, puede influir en los procesos de atención, planificación, memoria y autocontrol, es decir, la experiencia musical influye de forma positiva en las funciones ejecutivas.

Por ello con la terapia sensorial auditiva se pretende mejorar las capacidad atencional y aumentar el nivel del arousal de las personal con Enfermedad de Alzheimer.

Detrás de esta terapia se encuentran las posibilidades de influencia del sistema auditivo en el recorrido anatómico y en los procesos de codificación y transmisión de la información sonora. La vía auditiva garantiza que la información de cada uno de los oídos llegue a los dos hemisferios cerebrales. Gracias a las nuevas técnicas de neuroimagen de la actualidad se podría afirmar que el oído es uno de los sentidos más complejos y que su vía tiene numerosas áreas de integración cortical y subcortical que se integran con otras áreas encefálicas. Por tanto, al recorrer el sonido las diversas áreas cerebrales, favorecerá la plasticidad neuronal en todas ellas.

 

 

  • Debe ser motivadora y fomentadora de emociones positivas: La primera de las condiciones de la intervención es que esta sea motivadora y fomentadora de un estado de ánimo positivo. En primer lugar porque será el único modo de implementar la terapia sin el abandono por parte del paciente. Las terapias tediosas con pacientes de enfermedades neurodegenerativas producen ansiedad, frustración y en la mayoría de las ocasiones abandono o problemas conductuales. Siempre debemos tener en mente que los participantes son adultos, y que uno de adulto solo aprende aquello que desea aprender, para lo que está motivado y lo que emocionalmente define como importante. El programa debe ser altamente afable y motivante para el paciente. Pretenderá fomentar la motivación intrínseca del paciente por el trabajo cognitivo por medio de actividades de la vida diaria, adaptadas a su nivel cognitivo sin ser especialmente dificultoso, pero al mismo tiempo sin ser tareas tan sencillas que crean cierto nivel de frustración en el paciente. Éste es una aspecto importante en algunas de las terapias utilizadas en la actualidad que pretenden "infantizar" al paciente, siendo en ocasiones motivo de disgusto para el mismo. El centro de esta condición es la actitud de los terapeutas. Habría que acentuar que los terapeutas deben estar más preocupados en fomentar este ambiente motivador que en conseguir que el paciente realice las tareas de forma completa

Intervención sensorial en Alzheimer

 

  • Manejar la relajación como un arma eficaz contra la ansiedad: Las sesiones dispondrán de periodos de activación física y psíquica y periodos de relajación que permitirán mantener una situación emocional positiva y reductora del estrés y la ansiedad. Dentro del aspecto emocional se plantearán situaciones en las que el paciente pueda reconocer, entender y nombrar sus sentimientos así como aspectos relacionados directamente con su biografía y con su memoria. Esto puede llevar a provocar también sentimientos negativos o incluso un exceso en la verbalización o agitación en el paciente. Utilizar la relajación asiduamente permitirá controlar este tipo de situaciones. En definitiva, como vemos, el aspecto motivacional y emocional se tratará de forma transveral a lo largo de todo el programa y en cada una de sus sesiones.

Relajación alzheimer

 

  • El respecto y la amabilidad debe ser la tónica de la intervención: Ningún otro comportamiento es admisible dado que influiría negativamente en la intervención. En ningún caso debe llevar la contraria al paciente. Reformular es mejor que disputar. Validar, entendido como cambiar de contexto mental ante un problema, mejor que pretender convencer al paciente.

 

  • Mantener la comunicación con todos los pacientes: El paciente que pierda la comunicación o el contacto visual con el terapeuta perderá la sesión. La estimulación sensorial exige que el paciente procese todos los estímulos que se le presentan. La falta de concentración o la distracción en sus pensamientos impiden que el trabajo cognitivo perceptivo que el paciente debe realizar.

 

  • Secuencia estructurada: Seguir un guión muy definido que preserve de los desconciertos. La improvisación con mayores es especialmente difícil por la necesidad de adaptarse a su ritmo de comprensión. Evitar las dobles tareas. La falta de estructuración crea ansiedad y disgusto (incluso agresividad) en los pacientes con demenciaComunicacion

 

  • Muy organizado: Todo el programa debe seguir unas rutinas que tranquilicen al paciente sobre lo que se va a encontrar. Las novedades no son buenas. Es mejor la rutina que sorpresas que puedan serle desagradables. Cuando el paciente se habitúa a al estructura de la intervención, este la concibe como algo más agradable y placentera que cuando cambia la rutina.
  • Simple y concreta. Evitar las ambigüedades: Las instrucciones deben ser muy simples y adaptadas a las capacidades de los pacientes. Controlar en todo momento el índice de dificultad. Tener en cuenta las adaptaciones de las tareas para aquellos pacientes que precisen realizarlas de forma más simple.
  • Tener en mente en todo momento las capacidades de preservadas por los pacientes: Nos orientarán en la forma en la que pueden reformularse las tareas, además de que tiene un fuerte componente empático en los pacientes que se sientes comprendidos al saber que tienen en cuenta sus conocimientos del pasado.
  • Defender y respetar en todo momento la independencia del paciente y su intimidad personal y social: Tener cuidado de no entrar en aspectos de su vida privada si él no es proclive a ello. Recordar que la falta de control sobre muchos aspectos de su vida les hará desconfiados ante quienes hacen preguntas sobre su biografía.

 

Respeto

Estimados amigos

Desde la Universidad de Salamanca y Formación Alzheimer os queremos invitar a participar en la nueva edición del curso de "Intervención Psicológica, Cognitiva y Conductual en las Demencias".

En el tratamiento de pacientes con demencia es necesario un abordaje terapéutico multidimensional, que integre estrategias no farmacológicas con finalidad terapéutica además del tratamiento farmacológico específico.

Las terapias no farmacológicas (TNFs) para las demencias deben aplicarse tras haber realizado una exploración neuropsicológica exhaustiva que establezca las características (fuerzas y limitaciones) cognitivas, síntomas conductuales, psicológicos y capacidades funcionales del paciente, con el fin de establecer unos objetivos terapéuticos específicos para cada paciente en particular. Los distintos tipos de TNFs tratarán de retrasar el deterioro, recuperar las funciones (cognitivas y conductuales) perdidas o mantener durante el mayor tiempo posible las que aún están preservadas, mejorar el control de los síntomas no cognitivos y aumentar, en lo posible, la calidad de vida del paciente. Existen numerosas clasificaciones de las TNFs, siendo importante conocer todos los tipos y sus aplicaciones con el fin de poder realizar un abordaje terapéutico integral de las personas con demencia, realizando programas de atención individualizados adaptados a cada paciente particular. La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) ha clasificado los diferentes tipos de intervención psicosocial en cinco:

  • Terapias de enfoque emocional
  • Terapias de aproximación conductual
  • Terapias de enfoque cognitivo
  • Terapias de estimulación
  • Terapias orientadas hacia el/ la cuidador/a

Durante el curso se hará hincapié en los tipos de terapias que mayor literatura han generado, que mayor grado de recomendación tienen y que se utilizan con frecuencia en el tratamiento de las demencias (programas de estimulación y actividad, técnicas de modificación de conducta, entrenamiento en capacidades cognitivas específicas, estimulación multisensorial, entrenamiento en actividades de la vida diaria, nuevas tecnologías, etc). 

El curso tiene como objetivos principales

  • Saber analizar la situación cognitiva, psicológica y funcional previa a la realización de un programa de intervención no farmacológica.
  • Diferenciar cuáles son las capacidades y limitaciones cognitivas que presentan las personas con demencia en sus distintas fases.
  • Saber utilizar los tipos de terapias no farmacológicas aplicables en las demencias, cuándo y cómo llevarlas a cabo.
  • Saber integrar la intervención psicológica, conductual y cognitiva dentro del abordaje multidisciplinar de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. 

El curso tiene una duración de 51 horas dando comienzo el próximo 8 de febrero hasta el 21 de febrero. Durante estas semanas tendrán lugar dos seminarios presenciales impartidos por

  • Elena Cabrero Montes. Neuropsicóloga. Centro de referencia estatal de Alzheimer de Salamanca
  • María LLorente Cano. Logopeda. Centro de referencia estatal de Alzheimer de Salamanca
  • Mireia Tofiño García. Terapeuta ocupacional. Centro de referencia estatal de Alzheimer de Salamanca
  • Cristina Jerano Río. Psicóloga. Profesora del departamento de Personalidad, Evaluación y tratamiento. Universidad de Salamanca
  • Noelia Flores RobainaPsicóloga. Profesora del departamento de Personalidad, Evaluación y tratamiento. Universidad de Salamanca
  •  

El finalizar el curso se obtiene un diploma de la Universidad de Salamanca que acredita con 5 créditos de formación especifica. 

Los interesados en formalizar su matrícula deben dirigirse el Centro de Formación Permanente de la Universidad de Salamanca (haga click aquí) 

Si deseas más información puedes ponerte en contacto con nosotros en el correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.  o en el teléfono 910 08 58 51.

 

Curso Intervención psicológica

 

 

Un saludo

La Enfermedad de Alzheimer es heterogénea y no hay dos enfermos iguales, especialmente en las primeras fases de la enfermedad. Por lo tanto, los procesos de evaluación de las capacidades del paciente, y las consecuentes intervenciones que se planifiquen de acuerdo a la evaluaciones de estos pacientes, deberán serlo también. La falta de protocolo único que dirija la intervención en la Enfermedad de Alzheimer obligará a tener presente siempre una serie de principios generales que sirvan de soporte para la toma de decisiones en cada momento del desarrollo de una intervención:

 

Objetivos de la intervención

  • La intervención en la Enfermedad de Alzheimer debe ser terapéutica: la intervención con personas con demencia no es modo de entretener al paciente, ni debe ser un modo de calmarlo para evitar problemas de conducta. Cuando se planifique una intervención con pacientes con demencia se debe partir de un objetivo claro de intervención sobre aspectos de funcionamiento psicológico cognitivo y conductual del enfermo. Aspectos que, tras la evaluación, deben estar presentes en los objetivos de la intervención

 

  • La intervención deberá adaptarse a las características del paciente: Esta flexibilidad y heterogeneidad exige, por lo tanto, que el responsable de la intervención esté capacitado-además- para realizar la evaluación neurocognitiva adecuada que determine las capacidades cognitivas y conductuales más dañadas en los pacientes con demencia. Y aquellas capacidades sobre las que no se va a poder o no se desea ya intervenir. Esto es importante en los momentos de mayor deterioro del paciente. No se debe intervenir sobre aquello que consideramos que ya no va a ser terapéutico por el deterioro del paciente.

 

  • Utilizar y elegir aquellas pruebas idóneas para medir las capacidades sobre las que vamos a intervenir: para ello hay que tener en cuenta otras variables, como pueden ser los déficits en capacidades sensoriales (pérdida auditiva o visual9, la capacidad de autorregulación para mantener la actividad de forma eficiente, estados motivacionales (que la intervención sea agradable  para el enfermo, que se ajuste a su nivel cognitivo tanto no sobrepasándolo como no ser inferior a sus capacidades) o emocionales (depresión, ansiedad o estrés)

 

  • Identificar las fortalezas y capacidades funcionales preservadas del paciente en sus actividades de la vida diaria y sus debilidades o capacidades alteradas: Aprovechar las primeras para acelerar las mejoras, buscar caminos alternativos para paliar las segundas.

 

  • Evaluar el estilo de afrontamiento del paciente a la terapia así como sus respuestas emocionales a las tareas que se le imponen o respuesta al fracaso: Buscar aquellas intervenciones deseada para él mismo, así como evitar aquellas que le provoquen ansiedad o disgusto.

 

  • Conocer las capacidades de aprendizaje del paciente y adaptarse a sus modos de aprendizaje:En este caso es importante conocer la historia de vida del paciente, lo que permitirá comprender los intereses y actitudes que desea preservar, así como las capacidades específicas especialmente desarrolladas debido a su profesión, aficiones y entretenimientos. Estas habilidades ayudarán a desarrollar nuevas habilidades relacionadas.

 

  • Fomentar el trabajo conjunto del terapeuta, de la familia y, principalmente, de la persona afectada: Todos los elementos relacionados con el paciente deben coincidir en los objetivos y aplicación práctica del procedimiento de la intervención. Si el objetivo no es compartido por todos, la utilidad de la terapia sería nula. En este sentido, es necesario evaluar las demandas del paciente y su familia, al mismo tiempo que los apoyos de los que dispondrá en el futuro para seguir con los procedimientos desarrollados. La intervención debe ser claramente aceptada y deseada por la familia y el paciente. Las capacidades y procesos sobre losque se va a intervenir deben ser relevantes para la familia y el paciente. Debe cumplir con las expectativas de la familia y la persona, abordando aqellos aspectos funcionales más deteriorados o con mayor relevancia en el mantenimiento de la calidad de vida del enfermo. Y los procedimientos se deben plantear de forma específica para que puedan observarse os logros alcanzados. Una terapia debe tener resultados de logro objetivos que sean reconocibles tanto por el enfermo como por la familia. No vale utilizar con la familia la etiqueta de "plasticidad", que no le dice nada al paciente o su familiar. Deben poder ser medibles para la familia del paciente los logros obtenidos.

 

  • Ser una terapia específica permite evaluar los cambios en las funciones sociales relacionadas con la intervención: Para ello las intervenciones deben disponer de sistemas claros de evaluación de su eficacia en funciones sociales. Un ejemplo de ello es poder evaluar la mejora en evitar los fallos a la hora de tomar la medicación, la reducción del número de crisis de agitación o ansiedad, recordar diferentes nombres de pacientes que antes olvidaba, la disminución de las conductas de deambulación, etc.

 

  • Ser una intervención motivadora y positiva: La intervención debe tener en cuenta el aspecto emocional y afectivo del paciente y los cuidadores: La enfermedad produce importantes síntomas de depresión y ansiedad provocando sentimientos de miedo, frustración y perdida de control de las habilidades cognitivas y sociales. Y esto no ocurre solo en el paciente, sino tambien en aquellas personas cercanas que le cuidan o que conviven con ellos. Por lo que es necesario incorporar este aspecto para que el trabajo sea significativo y placentero para el paciente. Esto no debe ser un aspecto colateral de la intervención, sino que debe estar en el objetivo central de la misma para evitar que, como siempre, caiga en el olvido.

 

  • La intervención debe tener en cuenta la forma clara las alteraciones: Las alteraciones psicológicas más graves (ansiedad, depresión, delirio) y alteraciones del comportamiento incapacitantes (agresividad, deambulación, apatía) porque va a determinar la capacidad de seguimiento de la intervención o las alteraciones que pueden aparecer en las sesiones de la misma. Hay que proponer protocolos de intervención que impidan crisis que dañen el desarrollo de las intervenciones o la invalidación de las mismas.

 

 

Estimados amigos

Desde la Universidad de Salamanca y Formación Alzheimer os queremos invitar a participar en el curso de "Evaluación y Diagnóstico Psiquiátrico, Neuropsicológico y Conductual en las demencias".

El curso ofrece la posibilidad de discriminar entre las manifestaciones psíquicas que requieren un tratamiento específico y aquellas que son reacciones vitales ante el enfermar. Las primeras en no pocos casos están entre las alteraciones más problemáticas para estos pacientes y sus familias. En este curso, se pretende que el alumno conozca las principales manifestaciones psiquiátricas de las demencias, desde el punto de vista fenomenológico, y que adquiera conocimiento de los métodos habituales de su valoración.

Objetivos del curso

  • Analizar los síntomas y signos cognitivos, afectivos y conductuales sugestivos de alteración psíquica
  • Comprender los fundamentos de estos trastornos y de su tratamiento general
  • Conocer los principales signos y síntomas de los trastornos afectivos y psicóticos
  • Saber diferenciar entre reacciones vitales y alteración mental

El curso tiene una duración de 51 horas dando comienzo el próximo 25 de enero hasta el 7 de febrero. Durante estas semanas tendrán lugar dos seminarios presenciales los días 30 de enero y 6 de febrero, impartidos por

  • Vicente Molina Rodríguez Profesor titular de Psiquiatría, Universidad de Valladolid
  • Manuel Vilariño Vázquez Facultad de Psicología de la Universidad de Santiago de Compostela
  • Israel Contador Castillo Neuropsicólogo. Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca
  • Jordi Peña Casanova Jefe de la Sección de Neurología de la Conducta y Neuropsicología del Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria (IMAS), de Barcelona

El finalizar el curso se obtiene un diploma de la Universidad de Salamanca que acredita con 5 créditos de formación especifica.

Los interesados en formalizar su matrícula deben dirigirse el Centro de Formación Permanente de la Universidad de Salamanca (haga click aquí) 

Si deseas más información puedes ponerte en contacto con nosotros en el correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.  o en el teléfono 910 08 58 51.

 

Curso evaluación y diagnóstico

 

Un saludo a todos 

Estimados amigos

Un año más Universidad de Salamanca y Formación Alzheimer comenzamos con nuestros cursos de formación centrados en las demencias y la enfermedad de Alzheimer.

En esta ocasión os invitamos a participar en el curso de "Detección temprana de la demencia y la actuación en el diagnóstico clínico y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer".

El curso tiene como objetivos principales

  • Analizar situaciones en las que es posible sospechar la aparición de la enfermedad.
  • Saber cuáles son los principales síntomas de sospecha de la aparición de demencia y qué actuaciones deben llevarse a cabo para procurar una intervención precoz.
  • Utilizar las herramientas útiles para establecer el diagnóstico precoz y los protocolos de derivación en los diferentes ámbitos profesionales.
  • Comprender la trascendencia de demorar el diagnóstico precoz en sujetos que tienen responsabilidades laborales, familiares, patrimoniales, etc.

Este curso ofrece la posibilidad de familiarizarse con las herramientas básicas para llevar a cabo la detección precoz de los sujetos que presentan deterioro cognitivo o demencia. Los pacientes con demencia presentan deterioro de las funciones cognitivas, por lo que un mejor conocimiento de los síntomas iniciales y de las pruebas de despistaje debe contribuir a optimizar los recursos (sociales, sanitarios, jurídicos, laborales, ocio, etc.) que puedan ofertarse a estos pacientes y a sus familiares para mejorar la evolución de la enfermedad.

El curso tiene una duración de 51 horas dando comienzo el próximo 21 de noviembre hasta el 6 de diciembre.

Durante estas semanas tendrán lugar dos seminarios presenciales impartidos por

  • Emiliano Rodríguez: Miembro de la Unidad de Investigación La Alamedilla (SACYL)
  • Sara Mora Simón: Miembro de la Unidad de Investigación La Alamedilla (SACYL)
  • Julio Pascual Gómez: Jefe del servicio de neurología, Hospital Central de Asturias 

 

El finalizar el curso se obtiene un diploma de la Universidad de Salamanca que acredita con 5 créditos de formación especifica. 

Los interesados en formalizar su matrícula deben dirigirse el Centro de Formación Permanente de la Universidad de Salamanca (haga click aquí) 

Si deseas más información puedes ponerte en contacto con nosotros en el correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.  o en el teléfono 910 08 58 51.

 

 

 Un saludo

Buenos días amigos

Hoy queremos compartir con vosotros un precioso proyecto, Smile Connect,  que nace con la idea de mejorar el envejecimiento activo haciendo uso de las nuevas tecnologías, realizando intercambios lingüísticos online de nuestros mayores con jóvenes extranjeros para evitar su soledad. 

El Grupo de Investigación de Neurofisiología, Cognición y Conducta de la Universidad de Salamanca ha integrado el concepto de relaciones intergeneracionales con las nuevas tecnologías y el aprendizaje de idiomas. Gracias al apoyo de Qmayor, y del Colegio Delibes estudian el efecto que esta intervención produce. Así nace Smile Connect® , un proyecto integrado en las actividades formativas de los Títulos propios en demencias y Alzheimer, de la Universidad de Salamanca. Un proyecto que pretende acabar con la soledad y el aislamiento de las personas mayores mientras genera una oportunidad educativa a los más jóvenes.

Desde Qmayor insisten en la necesidad de concienciar a la población sobre la urgencia de abordar la situación de soledad que viven miles de personas mayores en nuestro país. El S.XXI está facilitando la integración de las nuevas tecnologías en este sector y cada vez existe una mayor experiencia con las nuevas tecnologías en las generaciones que envejecen. Smile Connect® es un proyecto social innovador en España vinculado a la investigación que conecta a jóvenes y mayores a través del intercambio lingüístico donde interactúan múltiples valores humanos. Una experiencia que no entiende de edad ni de fronteras, donde todos ganan. Bajo su lema Conectando generaciones, proporciona un rol activo a los mayores y permite la creación de nuevas amistades y vínculos afectivos. Además, proporciona a los jóvenes una actitud positiva hacia el envejecimiento y refuerza la autoestima de las personas mayores al ser valoradas y respetadas en una nueva relación interpersonal.

¿Cuáles son los beneficios de participa l en Smile Connect? 

  • Proporciona a los mayores un rol activo en la interacción con los jóvenes extranjeros.
  •  Mejora la autoestima de las personas mayores al ser valoradas y respetadas en una nueva relación interpersonal.
  • Favorece el mantenimiento de las funciones cognitivas en la prevención de las demencias.
  • Cambia la visión y actitud de los jóvenes hacia el envejecimiento.
  • Crea nuevas amistades y vínculos afectivos. 

"No puede haber cosa más alegre y feliz que la vejez pertrechada con los estudios y experiencias de la juventud. Cicerón"

Si deseas participar en el proyecto no dudes en ponerte en contacto con nosotros Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Buenos días a todos

Esta semana ha sido muy especial para nosotros porque nuestra pequeña gran familia ha crecido tanto que ya somos 3000 amigos en Twitter y Facebook, somos 3000 personas unidas por una lucha común , la lucha contra la enfermedad de Alzheimer, cada uno con un papel, desde los investigadores que dedican su vida en la búsqueda de una esperanza para acabar con la enfermedad, los cuidadores que todos los días dan su cariño y los mejores cuidados a los enfermos y los familiares de los enfermos que se desviven por dar la mejor calidad de vida a sus seres queridos.

3000 amigos

 

Por eso desde Formación Alzheimer queremos agracederos a todos los que estáis cada día al otro lado vuestro apoyo incondicional con un pequeño sorteo.

Queremos sortear entre nuestros seguidores de Facebook y Twitter 2 ejemplares de nuestro libro "Guía práctica de terapias estimulativas en el Alzheimer"   que recoge las terapias psicológicas y neurológicas  más novedosas, de última generación, de uso en personas mayores con demencia o con deterioros asociados a la edad, pero terapias basadas en la evidencia, así como publicadas y refrendadas en estudios científicos.

Se trata de una obra especialmente orientada a terapeutas que se ocupan de las personas mayores, en general, y de personas con demencias, en particular (terapeutas ocupacionales, psicólogos, fisioterapeutas, neuropsicólogos, etc.). 

Entre los temas tratados en el libro podemos encontrar:

  • Las terapias neurocognitivas sensoriales. Importancia y fundamentos
  • Ejercicio y enfermedad de Alzheimer
  • Terapia sensorial auditiva: activación cerebral por medio de la música
  • Neurobiofeedback
  • Enriquecimiento visual del aprendizaje de palabras
  • La estimulación transcraneal por corriente eléctrica directa
  • Intervención grupal para ayudar al cuidador de enfermos con demencia

 

Para participar tan solo tenéis que completar el siguiente formulario con vuestro nombre y correo electrónico para ponernos en contacto con vosotros en el caso de resultar ganadores.

El sorteo finalizará el próximo 29 de septiembre de 2015 y los ganadores se darán a conocer el día 30 de septiembre. Solo se tendrá en cuenta una participación por persona.

 

MUCHAS GRACIAS A TODOS POR PARTICIPAR

De entre los más de 300 participantes y tras realizar un sorteo aleatorio al azar las dos personas que han resultado ganadoras de la Guía práctica de terapias estimulativas en el Alzheimer son:

  • Elena Valero Garrido
  • Lourdes Sánchez González
  • ¡Enhorabuena!

Buenos días amigos

Queremos compartir con vosotros este artículo de investigación realizado por parte de nuestro equipo de profesores del Diploma y Máster en demencias y Alzheimer Sara Mora-SimónEmiliano Rodríguez-Sánchez, junto con Ricardo García-García, M. Victoria Perea-Bartolomé, Valentina Ladera-Fernández, Jaime Unzueta-Arce, María C. Patino-Alonso.

En los últimos años ha habido un creciente interés en el estudio del deterioro cognitivo leve (DCL) y su detección temprana. A diferencia de las primeras teorías, tendencias actuales e internacionales de investigación nos sugieren que el DCL es un síndrome que se caracteriza por presentar alteración en una o más funciones cognitivas superiores, sin interferir en las habilidades funcionales de la vida diaria y acompañado de una preocupación por el cambio cognitivo producido. Aunque la detección temprana del DCL se suele realizar mediante tests de rastreo cognitivo, la mayoría de ellos no parecen detectar correctamente el DCL, a diferencia de la demencia.

Detección clínica del DCL

Dada la importancia que tiene la detección temprana de síntomas que indiquen un posible deterioro cognitivo, es importante elegir adecuadamente qué prueba o conjuntos de pruebas debemos utilizar.

En la actualidad, se siguen utilizando herramientas de evaluación que fueron creadas a partir de la conceptualización que anteriormente se hacía del DCL y en las que, por tanto, el peso que se atribuye al rastreo de todas las funciones cognitivas superiores no es equitativo. Gran parte de los tests evalúan más profundamente aspectos relacionados con la memoria o la orientación temporoespacial, minimizando la exploración de funciones superiores, como podrían ser el lenguaje o las funciones ejecutivas.

Es prioritario no perder la ocasión, cuando existe la sospecha, para aplicar las pruebas de rastreo cognitivo que permiten, con mayor o menor eficacia, detectar la presencia de alteraciones cognitivas.

Aunque el diagnóstico siempre va a conllevar una evaluación más exhaustiva y pormenorizada de las funciones mentales superiores, a ser posible por parte de un especialista, la aplicación de pruebas de rastreo cognitivo puede ayudar a detectar síntomas de forma temprana y así poder iniciar un tratamiento completo para el paciente.

Puede darse la situación de que se sospeche que el paciente presente alguna afectación y no se disponga de ningún test que facilite la detección del DCL en la consulta –o, especialmente, en una visita en el domicilio del paciente– o en una atención en urgencias. En estos casos, y de forma excepcional, se podría aplicar alguna técnica informal . Por ejemplo, si sospechamos que el paciente puede tener algún problema en la memoria, podríamos pedirle que identifique (la identificación aportaría información sobre su capacidad de reconocer objetos) y denomine (aporta información sobre lenguaje) algún objeto, como un libro, una goma de borrar o unas llaves, después esconderlos y al final de la consulta o visita, pedirle que los recuerde y, posteriormente, si tiene algún fallo, que los reconozca entre otros objetos para ver si mejora. En esta simple tarea podemos obtener información sobre la memoria, lenguaje y reconocimiento de objetos (gnosias) del paciente. Sin embargo, esto debería aplicarse en situaciones puntuales y siempre contrastado con una posterior evaluación estandarizada y completa, aplicando las pruebas de rastreo seleccionadas, que permita objetivar la posible alteración.

 

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